martes, 9 de agosto de 2011

Tales de Mileto

TALES DE MILETO


TALES DE MILETO

Según la tradición, Tales es el primero de los físicos (physikoí) milesios. Aunque su figura está envuelta en la leyenda y sabemos muy poco de él, las escasas referencias fidedignas que sobre su persona han llegado hasta nosotros sitúan su actividad intelectual en torno a la primera mitad del siglo VI a. C. Tales parece haber sido un sabio (sophós), esto es, un hombre competente en muchas técnicas de utilidad práctica, pues de él se dice que fue astrónomo, geómetra, ingeniero militar, especulador con las cosechas de aceitunas, consejero político que recomendó la creación de una confederación de todas las ciudades jonias contra los persas, etc. Ahora bien, este múltiple saber práctico se combinaba en él con la preocupación por la phýsis.

Ilustración de Tales de Mileto aparecida en la obra de Ernst Wallis Illustrerad verldshistoria (1877).

Nuestro conocimiento de la cosmología y la teoría física de Tales depende casi exclusivamente de dos pasajes aristotélicos. En el primero, de temática cosmológica, Aristóteles atribuye al de Mileto la afirmación de que la tierra flota sobre las aguas, mientras que en el segundo, esta vez de carácter físico, le reconoce la teoría de que el agua es el principio y fundamento (arché) de todas las cosas. En relación con estos pasajes, existen razones para pensar que Tales recibió influencias del fondo mitológico griego e, incluso, de cosmogonías orientales, como, por ejemplo, la mesopotámica. Y, en efecto, tanto en el Poema babilónico de la Creación como en la Ilíada se puede leer que las divinidades que representan las aguas primigenias ─Apsu, Tiamat y Océano─ son la génesis de todas las cosas. Sin embargo, a pesar de esta posible influencia mito-poética oriental, Tales sería con toda justicia el primero de los físicos griegos, pues su gran logro, aquello que le llevó más allá del pensamiento mítico y religioso tradicional, consistió en proponer como principio y fundamento de la realidad una parte visible del mundo de la experiencia, cual es el agua, en lugar de hablar únicamente de divinidades particulares como Océano, Apsu o Tiamat.

Bandeja romana con la representación del dios Océano labrada en plata (tesoro de Mildenhall, s. IV d. C.).

En relación a su teología, Aristóteles recoge dos nuevas proposiciones atribuidas a Tales: a) incluso los seres aparentemente inanimados, como la piedra magnética que atrae el metal, pueden tener alma; y b) el mundo está lleno de dioses. A partir de estos pasajes podemos conjeturar que Tales consideraba que el mundo, como un todo, estaba penetrado de alma, entendida ésta no como conciencia, sino como vida, y que esta alma era algo divino. Así, pues, la reflexión sobre la naturaleza es también para Tales, como para muchos de los presocráticos, teología.

Rodolfo Mondolfo, Breve historia del pensamiento antiguo, Losada, Buenos Aires, 1979.

SELECCIÓN DE TEXTOS

(1)
«Otros dicen que la tierra descansa sobre el agua. Ésta es la versión más antigua que se nos ha transmitido, dada, según dicen, por Tales de Mileto, a saber, la de que ésta ─la tierra─ se mantiene en reposo porque flota, como si fuera un madero o algo semejante ─pues ninguna de estas cosas se mantiene en el aire en virtud de su propia naturaleza, pero sí en el agua─, como si no se aplicara el mismo argumento al agua que soporta la tierra que a la tierra misma»; [Aristóteles, De caelo, 294 a 28].

(2)

«La mayoría de los primeros filósofos creyeron tan sólo principios a aquellos que se dan bajo la forma de la materia; pues afirman que el elemento y principio primero de todas las cosas es aquel a partir del cual todas las cosas existen y llegan por primera vez al ser y en el que terminan por convertirse en su corrupción [...], pues es necesario que haya alguna sustancia natural, una o múltiple, de la que nazcan las demás, mientras ésta se conserva. Respecto al número y la forma de tal principio no todos están de acuerdo, sino que Tales, el iniciador de tal tipo de filosofía, dice que es el agua ─por lo que manifestó que también la tierra está sobre el agua─, tomando, tal vez, dicha suposición de la observación de que el alimento de todas las cosas es húmedo y que el calor mismo surge de éste y vive por éste ─el principio de todas las cosas es aquello de donde nacen─; de aquí dedujo su suposición y del hecho de que la semilla de todas las cosas tiene una naturaleza húmeda; y el agua es el principio natural de todas las cosas húmedas»; [Aristóteles, Metafísica, 983 b 6].

(3)

«Parece que Tales, según cuentan, concibió el alma como algo capaz de mover, si realmente dijo que la piedra imán tiene alma porque mueve al hierro»; [Aristóteles, De anima, 405 a 19].

(4)

«Afirman algunos que el alma está intercalada en el todo; probablemente por este motivo pensó Tales que todo está lleno de dioses»; [Aristóteles, De anima, 411 a 7].


El agua en la cosmología de Tales.

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