miércoles, 1 de mayo de 2019

Aristóteles, "Ética a Nicómaco"

PRETEXTOS
ARISTÓTELES
ÉTICA A NICÓMACO
por
Raúl Garrobo Robles

Tras visitar un par de librerías especializadas en la compraventa de libros de segunda mano, fue esta traducción de la Ética a Nicómaco adquirida a la sazón la que, entre las recientes adquisiciones, terminó imponiéndoseme irresistiblemente. Leído con fervor durante las semanas postreras de una inminente paternidad, este tratado de Aristóteles alumbra entre sus páginas el canon de la ética grecorromana: desde la por sí misma deseable “vida buena” o “buen vivir” como finalidad de una vida humana en acuerdo con el ejercicio de la virtud, hasta la necesidad de amistad entre los hombres virtuosos. Ética finalista por excelencia, la aristotélica no es, como la epicúrea, una ética asertiva, suerte de GPS para recorrer sin miedo a equivocarnos el camino correcto hacia la felicidad, sino deliberativa, pues, a la manera de una brújula, se ofrece como instrumento para, por sucesivas aproximaciones, hacernos corregir el rumbo evitando que caigamos por exceso o por defecto en comportamientos y pasiones erróneas. En tiempos de zozobra, bien pudiera saber a poco, pues no hay aguja certera en el interior de la tempestad.

Aristóteles, Ética a Nicómaco, traducción de José Luis Calvo Martínez, Alianza Editorial, Madrid, 2004.

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