sábado, 15 de octubre de 2011

Platón: ontología y teoría de las Ideas

APUNTES PARA EL BACHILLERATO
PLATÓN: ONTOLOGÍA Y TEORÍA DE LA IDEAS
por
Raúl le Locataire

La Teoría de las Ideas constituye el eje central del pensamiento platónico. Con esta teoría pretende Platón dar respuesta a los grandes problemas de la metafísica ─¿cuál es la verdadera realidad?─ y del conocimiento ─¿qué es lo que nos permite conocer algo?─ salvando por una parte la multiplicidad, el movimiento y el cambio de las cosas que pueden ser constatadas a través de los sentidos, pero buscando a la vez el fundamento del conocimiento en objetos inmutables.

Busto de Platón. Copia romana de un original griego de finales del siglo IV a.C. (Museo Pio-Clementino del Vaticano).

Dualismo ontológico.

El grueso de la filosofía platónica gira en torno a los términos griegos idéa, (‘Idea’), eîdos (‘Idea o Forma’) y morphé (‘Forma’). El término griego idéa deriva del vocablo indoeuropeo *veidós, que significa “visión con los ojos de la mente”. En Platón adopta varios significados, todos ellos emparentados: Idea, Forma, esencia, universal, etc.

Platón defiende una concepción dualista de la realidad según la cual ésta se manifiesta en dos planos claramente diferenciados: el mundo sensible de las cosas y el mundo inteligible de las Ideas. El mundo sensible está integrado por realidades particulares, cambiantes, múltiples, todas ellas sometidas a la generación y la corrupción, que, en tanto que sensibles, son percibidas por nosotros a través de los sentidos. El mundo inteligible, en cambio, está poblado por entidades universales, inmutables, únicas y eternas, las cuales sólo pueden ser percibidas a través del intelecto.

David Ross, Teoría de las Ideas de Platón, Cátedra, Madrid, 1986.

Características fundamentales de las Ideas.

A) Las Ideas son las esencias de las cosas, esto es, aquello por lo que las cosas particulares son lo que son y sin lo cual no podrían ser.

B) Asimismo, las Ideas existen separadas de las cosas particulares, o lo que es lo mismo, son entidades que poseen existencia real e independiente. Por ejemplo, la Idea de Belleza es la esencia de la belleza; la Idea de Virtud, la esencia de todas las acciones virtuosas; la Idea de Cuadrado, la esencia de las figuras cuadradas; etc. Las Ideas o esencias no están en las cosas como una de sus partes físicas, sino fuera de ellas, en el mundo inteligible. Son, pues, entidades independientes de la mente humana, de tal modo que, aunque el hombre no existiera, ellas sí lo harían.

C) Las Ideas no son pensamiento, ni tampoco concepto, sino Ser. Constituyen, pues, lo verdaderamente real, aquello a lo que el pensamiento se dirige cuando piensa y sin lo cual no habría pensamiento, palabra ni conocimiento fundado.

D)
Cada Idea es única, eterna e inmutable, recogiendo así las características del Ser de Parménides.

E) Para poder explicar la relación que existe entre el mundo inteligible de las Ideas y el mundo sensible de las cosas, Platón acude a diversos términos:

  • Participación: cada cosa participa de su respectiva Idea.
  • Imitación: las cosas del mundo sensible imitan a las Ideas.
  • Presencia: las Ideas están presentes en las cosas.
  • Causa: las Ideas son causa de las cosas.
  • Modelo: las Ideas son modelos de las cosas.

Orden jerárquico de las Ideas.

En Platón las Ideas se encuentran jerárquicamente organizadas. El grado inferior lo ocupan las Ideas de objetos físicos, tales como las de Hombre, Casa, Árbol, Piedra, Caballo, Flor, etc. Un grado por encima encontramos las Ideas matemáticas, las cuales sirven de soporte y fundamento para las primeras. Por encima de éstas aparecen las Ideas morales y políticas, tales como las de Justicia, Valentía, Prudencia, etc. Finalmente, en lo alto de la pirámide jerárquica encontramos la Idea suprema, de la cual dependen todas las demás, a saber, la Idea de Bien, que en Platón se encuentra estrechamente vinculada a las Ideas de Belleza y Verdad.

Platón y Aristóteles. Detalle de La escuela de Atenas (1510-1512), de Rafael Sanzio.

Principal limitación, crítica aristotélica y recepción posterior de la Teoría de las Ideas de Platón.

A) A pesar de todos sus esfuerzos, Platón no logró superar satisfactoriamente la principal de las limitaciones de su teoría ontológica, a saber, el problema de la comunicabilidad entre los dos planos de la realidad, pues más allá del uso analógico que Platón hace de vocablos como ‘participación’ o ‘imitación’, el filósofo de Atenas no termina de explicar de qué manera las cosas participan de las Ideas o las imitan.

B) Para Aristóteles, aventajado discípulo de Platón, la Teoría de las Ideas presenta dos problemas fundamentales: 1) el de la existencia separada de las esencias o Ideas; y 2) el de la existencia de determinados tipos de Ideas que la teoría estaría obligada a admitir como existentes.

En efecto, Aristóteles rechaza que las Ideas o esencias estén separadas de las cosas, pues de la consideración de las Ideas como trascendentes se derivan una serie de problemas irresolubles. En primer lugar, con esta teoría no se consigue explicar la relación de las Ideas con las cosas sensibles. De hecho, para Aristóteles el concepto de ‘participación’ empleado por Platón no es más que una licencia poética. Además, la tesis de que las cosas participan de las Ideas conduce a absurdos como el que pone de manifiesto el “argumento del tercer hombre”, conocido por el propio Platón.

Asimismo, si hay Ideas de cada cosa, como, por ejemplo, de lo grande y lo pequeño, tendrá que haber también Ideas de relaciones, tales como ‘mayor que’ o ‘menor que’. Ahora bien, con esto se pierde el carácter fundamental de las Ideas, su simplicidad y unicidad. Además, si hay Ideas de lo positivo, tendrá que haber también Ideas de lo negativo. En consecuencia, si existen las Ideas de Belleza y de Verdad, también deberán existir las de Fealdad y Falsedad. ¿Y qué decir de la existencia de Ideas insignificantes o ridículas, como podrían ser las de Suciedad o Caspa?

En definitiva, con la doctrina de las Ideas lo único que se consigue es una duplicación de los problemas a resolver, pues a los problemas que encontramos en el intento de explicar el mundo sensible hay que añadir los que encontramos al intentar explicar el inteligible.

C) Por lo que respecta a la recepción posterior de esta teoría, en torno al siglo III d.C. Plotino y los neoplatónicos transformaron las Ideas de Platón en ideas existentes en el Nôus o Inteligencia que emana de la realidad suprema: lo Uno. Por su parte, San Agustín de Hipona (354-430) interpreta las Ideas como arquetipos ejemplares de las cosas, los cuales habrían de existir en la mente de Dios.

Detalle de La escuela de Platón, de Jean Delville (1898).

SELECCIÓN DE TEXTOS

(1)
«─Pues bien, en mi opinión hay que diferenciar primero lo siguiente: ¿Qué es lo que es siempre y no deviene y qué, lo que deviene continuamente, pero nunca es? Uno puede ser comprendido por la inteligencia mediante el razonamiento, el ser siempre inmutable; el otro es opinable, por medio de la opinión unida a la percepción sensible no racional, nace y fenece, pero nunca es realmente»; [Platón, Timeo, 28a].

(2)

«─Pienso que tú crees que cada Forma [eîdos] es una por una razón como esta: cuando muchas cosas te parecen grandes, te parece tal vez, al mirarlas a todas, que hay un cierto carácter [idéa] que es uno y el mismo en todas; y es eso lo que te lleva a considerar que lo grande es uno.
─Dices verdad, afirmó.
─¿Y qué ocurre con lo grande en sí y todas las cosas grandes? Si con tu alma las miras a todas del mismo modo, ¿no aparecerá, a su vez, un nuevo grande, en virtud del cual todos ellos necesariamente aparecen grandes?
─Tal parece.
─En consecuencia, aparecerá otra Forma de grandeza, surgida junto a la grandeza en sí y a las cosas que participan de ella. Y sobre todos éstos, a su vez, otra Forma, en virtud de la cual todos ellos serán grandes. Y así, cada una de las Formas ya no será una unidad, sino pluralidad ilimitada»; [Platón, Parménides, 32 a-b].
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